Redacción Q/I
Newark, NJ. — Con la entonación de los himnos nacionales de los Estados Unidos y la República Dominicana dio inicio la histórica inauguración de la Plaza Juan Pablo Duarte en la ciudad de Newark, un acontecimiento sin precedentes en la historia de la comunidad dominicana en los Estados Unidos.
La nueva plaza, que se levanta en la intersección de la 1ra y 4ta Calle, ahora
oficialmente denominada Juan Pablo Duarte Square,
alberga la segunda estatua del Patricio Dominicano fuera
de la República Dominicana y la primera
en el estado de Nueva Jersey, convirtiéndose en un símbolo de orgullo
nacional para la diáspora.
Las maestras de ceremonia, Julissa y Ameleen Paniagua,
condujeron el acto con entusiasmo y solemnidad, manteniendo la atención del
público en un ambiente de fervor patriótico. La invocación estuvo a cargo de la
Sra. Julia Castro, mientras que
los himnos nacionales fueron interpretados magistralmente por Jomirys Lozano-Familia (himno
estadounidense) y Rafnilsa Rodríguez Castro
(himno dominicano).
Durante el evento, los miembros del Centro Dominico-Americano de New Jersey, Inc.
y del Instituto Duartiano de Newark, Inc.
celebraron la culminación de un proyecto por el que trabajaron durante dieciséis años.
“Completar esta meta no ha sido fácil”, expresaron los organizadores. “Hemos tocado puertas, realizado actividades, hablado con autoridades y esperado desembolsos, pero Dios nos ha dado la victoria. Hoy podemos celebrar que Newark tiene un espacio donde compartir nuestra historia, orgullo y tradiciones”, afirmó Santiago Paniagua, propulsor de la iniciativa.
El programa estuvo cargado de emoción y simbolismo. Se
narraron anécdotas, se recordó la historia de los dominicanos en Newark y se
vivió la alegría característica de la comunidad, con banderas ondeando,
merengues sonando y un ambiente de unidad y gratitud.
El Concejal Aníbal Ramos Jr.
recordó su apoyo desde los inicios del proyecto: “Hoy vemos culminado el
esfuerzo y la constancia de un grupo de hombres y mujeres que, junto a la
familia Paniagua, hicieron posible este monumento que embellece nuestra ciudad
y une tres comunidades importantes: el Barrio Central, el Norte y el Sur de
Newark”.
El Presidente del Concejo
Municipal de Paterson, Alex Méndez, exhortó a la comunidad
dominicana a fortalecer su liderazgo: “Es tiempo de desarrollar nuestro
liderazgo, de ocupar posiciones en la política, en lo económico y en lo social.
Este es nuestro tiempo: despertemos y conquistemos lo que nos pertenece por
mérito propio”.
Asimismo, el Comisionado del Condado de
Hudson, Rafael Marte, agradeció a los líderes del Instituto
Duartiano y del Centro Dominico-Americano “por haber hecho realidad el arduo
trabajo de traer desde la República Dominicana la segunda estatua de Duarte,
construir una plaza en su honor y lograr que el Concejo Municipal otorgara su
nombre a esta intersección que enorgullece a toda la comunidad dominicana”.
En su discurso, Santiago Paniagua expresó que este logro no habría sido posible sin el apoyo de su familia, los miembros de ambas instituciones, líderes comunitarios y voluntarios. “Fue un trabajo largo, con alegrías, decepciones y traiciones, pero siempre con la fe en Dios de que lo lograríamos”, señaló.
Durante el acto, Paniagua entregó la Medalla del Orgullo Dominicano
a los colaboradores que lo acompañaron en el proceso. La medalla, que lleva en
su centro el escudo del Instituto Duartiano de Newark y una réplica de la
Puerta del Conde —diseñada por su hijo fallecido, Santiago “Santii” Paniagua—,
simboliza el valor y la identidad nacional.
La ceremonia concluyó con las palabras del Hon. José Francisco Santana Suriel,
Cónsul General de la República Dominicana en
Nueva Jersey, quien habló en nombre del Presidente de la
República, anunciando una futura visita oficial del mandatario a la plaza Juan
Pablo Duarte y al Ayuntamiento de Newark. Santana Suriel elogió el esfuerzo
histórico liderado por Santiago Paniagua,
fundador del Instituto Duartiano y del Centro Dominico-Americano de New Jersey,
Inc., reconociendo su visión al hacer realidad una obra que hoy llena de
orgullo a la comunidad dominicana en el exterior.
La jornada se convirtió en una verdadera fiesta de
orgullo y patriotismo, en la que la comunidad dominicana celebró con alegría,
música y unidad la inauguración de un monumento que marca un hito histórico en
la ciudad de Newark y en todo el estado de Nueva Jersey.





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