Dos aeropuertos de Nueva Jersey reducirán vuelos ante crisis por cierre del gobierno federal

Redacción Q/I

Newark, NJ.– Los viajeros que utilicen aeropuertos en Nueva Jersey enfrentarán menos vuelos disponibles a medida que el cierre del gobierno federal entra en su segundo mes, complicando aún más la temporada de viajes más concurrida del año.

La Administración Federal de Aviación (FAA) anunció el jueves la reducción del 10 % de los vuelos en 40 mercados de alto volumen, con el objetivo de mantener la seguridad del espacio aéreo mientras persista la parálisis gubernamental. Entre los aeropuertos afectados se encuentran el Newark Liberty International Airport y el Teterboro Airport, donde los recortes comenzarán este viernes.

El Aeropuerto de Newark, que ya sufrió durante el verano una ola de retrasos y cancelaciones, vuelve a ser golpeado por la medida. En respuesta a los problemas operativos de meses anteriores, la FAA ya había limitado el número de vuelos hasta el 31 de diciembre, y ahora las escasez de personal y el cierre gubernamental agravan la situación.

Datos de FlightAware, portal especializado en seguimiento aéreo, registraron el lunes 430 retrasos y 14 cancelaciones solo en Newark. Otros aeropuertos del área triestatal, como JFK y LaGuardia en Nueva York, además del Aeropuerto Internacional de Filadelfia, también figuran en la lista de recortes.

De acuerdo con la firma de análisis aeronáutico Cirium, los ajustes podrían representar hasta 1,800 vuelos cancelados y la pérdida de más de 268,000 asientos disponibles, un golpe considerable en plena temporada festiva.

“En mis 35 años en el sector aeronáutico, no recuerdo una situación en la que se tomaran medidas de este tipo”, afirmó Bedford, funcionario de la FAA, quien advirtió que el país se encuentra “en territorio desconocido” respecto a la duración del cierre.

Los controladores aéreos, que trabajan sin recibir salario desde el 1 de octubre, se ven obligados a realizar horas extras obligatorias seis días a la semana, lo que ha generado tensiones económicas y personales. Bedford explicó que las presiones de personal forzaron a la agencia a actuar, e incluso si el cierre termina antes del viernes, las operaciones no volverán a la normalidad hasta que se estabilicen los niveles de personal.

La industria aérea y turística, junto con sindicatos y aerolíneas, ha pedido al Congreso poner fin al cierre, que ya se convirtió en el más largo de la historia del país. El presidente de la U.S. Travel Association, Geoff Freeman, señaló que la situación está “imponiendo decisiones operativas difíciles que perturban los viajes y dañan la confianza en la experiencia aérea estadounidense”.

Durante los últimos fines de semana, el déficit de personal se ha convertido en uno de los más severos desde el inicio del cierre. Un análisis de la Associated Press reveló que entre viernes y domingo, 39 instalaciones de control aéreo reportaron limitaciones de personal, cifra muy superior al promedio de 8.3 instalaciones antes del cierre, reflejando la magnitud del problema que afecta al sistema de aviación del país.

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