La Batalla de la Estrelleta: símbolo de resistencia y unidad nacional
El 17 de septiembre de 1845, en las llanuras de la
Estrelleta, al suroeste de la isla, se libró una de las batallas más decisivas
de la historia dominicana. Apenas un año y medio después de la proclamación de
independencia, la joven República Dominicana enfrentaba una dura prueba:
defender su soberanía frente a las fuerzas haitianas, que intentaban recuperar
el control de la parte oriental de la isla.
Los patriotas dominicanos, encabezados por el general
Francisco Sosa y el comandante José Joaquín Puello, se encontraron frente a un
ejército haitiano muy superior en número y recursos. La situación parecía
adversa, pero la estrategia empleada por los líderes criollos marcó la
diferencia. Los dominicanos, conocedores del terreno, recurrieron a movimientos
rápidos, emboscadas y una férrea coordinación entre las tropas. Mientras el
enemigo confiaba en la fuerza bruta y en su ventaja numérica, los defensores de
la patria utilizaron la inteligencia militar y la unidad de propósito como sus
principales armas.
El triunfo en la Estrelleta no solo tuvo repercusiones en
el campo militar. Fue, sobre todo, una victoria política y moral. La batalla reafirmó
que la independencia dominicana no era un hecho circunstancial, sino una
decisión definitiva de un pueblo dispuesto a luchar hasta las últimas
consecuencias. El mensaje fue contundente: la República Dominicana había nacido
para permanecer y ningún poder extranjero podría quebrantar la determinación de
sus hijos.
Este episodio marcó un antes y un después en el proceso
de consolidación de la independencia. La victoria fortaleció la moral del
ejército, elevó la confianza de la población en sus líderes y proyectó a la
región la imagen de una nación firme, dispuesta a resistir frente a la
adversidad. Además, la Estrelleta consolidó el espíritu de unidad nacional,
recordando que más allá de diferencias políticas o sociales, la causa común era
la defensa de la patria.
Con el paso del tiempo, la Batalla de la Estrelleta se
convirtió en un símbolo de valor y perseverancia. Su recuerdo vive en la
memoria colectiva del pueblo dominicano como una lección eterna: la libertad no
se concede, se conquista y se defiende día tras día. Cada 17 de septiembre, las
comunidades del suroeste, las escuelas y las instituciones patrióticas del país
rinden homenaje a los héroes de la Estrelleta, evocando el sacrificio de
quienes entregaron todo por la soberanía.
Hoy, más de 180 años después, la Estrelleta sigue
inspirando a nuevas generaciones. Nos recuerda que, al igual que en 1845, los
dominicanos debemos permanecer unidos frente a los desafíos que amenazan
nuestra soberanía y nuestra identidad. El legado de aquel triunfo histórico no
es solo un recuerdo, sino un llamado permanente a mantener viva la llama de la
libertad.
Que la memoria de la Batalla de la Estrelleta nos impulse
a valorar nuestra independencia, a fortalecer nuestra identidad y a unirnos
siempre en defensa de la patria, porque solo un pueblo consciente de su
historia puede garantizar su futuro.
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