Entre las montañas de Jamao al Norte, en la provincia
Espaillat, se esconde uno de los secretos naturales más impactantes del Cibao:
el Río Cola de Pato. Este destino, cada vez más popular entre los amantes del
ecoturismo y la aventura extrema, ofrece una experiencia completa en contacto
directo con la naturaleza más pura y salvaje de la región.
El recorrido hacia Cola de Pato no es para cualquiera. Se
necesita estar en excelente condición física y contar con el espíritu
aventurero bien despierto. El trayecto implica caminatas de varias horas por
senderos de montaña, cruzando arroyos, vegetación frondosa y un terreno que
pone a prueba la resistencia y la determinación de quienes se atreven a llegar
hasta su cauce.
Pero el verdadero desafío —y el momento más esperado por
los visitantes— llega al final del trayecto, donde se encuentra el famoso salto
de roca de casi 30 pies de altura. Desde allí, los más valientes se lanzan
hacia las aguas cristalinas del río, una piscina natural de tonos turquesa
rodeada de acantilados y vegetación tropical.
Los guías locales, expertos en la zona, acompañan a los
grupos durante todo el recorrido, garantizando la seguridad y promoviendo el
respeto por el entorno natural. “No se trata solo de adrenalina, sino de
conexión con la naturaleza”, afirman los ecoguías que operan en Jamao, un
municipio que ha sabido posicionarse como un referente del turismo sostenible
en República Dominicana.
Además del salto, el recorrido por Cola de Pato incluye
caminatas por cañones, descenso en aguas rápidas y baños en pozas escondidas,
lo que convierte la excursión en una jornada completa de aventura y
descubrimiento. Los visitantes destacan el silencio del bosque, el sonido del
agua golpeando las rocas y la sensación de estar en un lugar que aún conserva
su esencia virgen.
El Ministerio de Turismo y varias organizaciones
comunitarias han impulsado la promoción responsable de este destino, fomentando
la conservación del entorno y el desarrollo económico de las comunidades
locales mediante el turismo ecológico. En Jamao al Norte, los habitantes
ofrecen servicios de guianza, hospedaje rural y gastronomía típica,
contribuyendo al crecimiento sostenible de la zona.
El Río Cola de Pato no solo es un espectáculo natural; es
una aventura que desafía los límites físicos y emocionales de cada visitante.
Es una experiencia que invita a desconectarse del ruido, reconectar con lo
esencial y dejarse maravillar por la fuerza y la belleza de la naturaleza
dominicana.
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