Palabra de Dios/Montserrat Bogaert

En el día que temo, yo en ti confío. Salmos 56:3

Cuando conocemos quién es Dios, aprendemos a vivir seguros y sin temor. El miedo no viene de Él; aparece cuando quitamos la mirada  y dejamos de confiar en Su Palabra, que está viva y obra en nuestro interior para recordarnos que Él habita en nosotros.

Hay situaciones que no podemos controlar, y eso nos puede llevar a olvidar lo que somos en Cristo, buscando soluciones en otros lugares en vez de acudir a Él.

Nuestra fe se debilita cuando se deja llevar por lo externo, pero la Palabra de Dios es firme, eterna e inmutable. Por eso debemos verlo como lo que es: el Todopoderoso, el Señor de todo, el que da fuerza y sostiene nuestra vida.

Él está en Su trono lleno de majestad y poder, esperando que lo mires y confíes con todo tu corazón.

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