Nueva York, NY — En una movida estratégica de cara a la
recta final de la temporada, los New York Mets han reforzado su bullpen al
adquirir al veterano lanzador zurdo Gregory Soto en un intercambio con los
Baltimore Orioles, según reportó el periodista Andy Martino de SNY.
El acuerdo, confirmado este viernes, envía a Soto —dos
veces All-Star— a Queens, mientras que los Orioles reciben a cambio a los
prospectos de pitcheo derecho Wellington Aracena y Cameron Foster. Esta
transacción responde a la necesidad urgente de los Mets de fortalecer su cuerpo
de relevistas mientras se mantienen en la cima de la División Este de la Liga
Nacional, con un récord de 59-44.
Un refuerzo de experiencia y poder
Gregory Soto, de 30 años, llega a Nueva York con una
sólida trayectoria en las Grandes Ligas. En la actual temporada, el dominicano
dejó una efectividad de 3.96 en 45 apariciones con Baltimore, registrando 44
ponches en 36.1 entradas lanzadas. Su potencia en el montículo y su experiencia
en situaciones de alta presión lo convierten en una adición valiosa para el
bullpen de los Mets, que ha mostrado inconsistencias en semanas recientes.
Soto debutó en la MLB con los Detroit Tigers en 2019 y se
consolidó como relevista estelar al ser seleccionado para el Juego de Estrellas
en 2021 y 2022. También tuvo un paso por los Philadelphia Phillies antes de
llegar a los Orioles a comienzos de este año.
Los Mets no se detienen
Con la fecha límite de cambios (31 de julio) acercándose
rápidamente, esta operación podría ser solo el comienzo de una serie de
movimientos por parte de la gerencia neoyorquina. El presidente del equipo,
David Stearns, ha dejado claro que el objetivo es competir a alto nivel y no
dejar cabos sueltos en el roster.
La llegada de Soto no solo brinda estabilidad desde el
bullpen, sino que también envía un mensaje claro a los fanáticos y al resto de
la liga: los Mets están apostando en grande por la postemporada de 2025.
¿Qué pierden los Orioles?
Baltimore, por su parte, apuesta al futuro con la
adquisición de Aracena y Foster, dos lanzadores jóvenes con proyección. Aunque
no figuran entre los prospectos más mediáticos del sistema de ligas menores de
Nueva York, ambos han mostrado destellos de talento y podrían convertirse en
piezas útiles para la organización a mediano plazo.
Con esta transacción, los Mets reafirman su intención de
mantenerse en la lucha por el título divisional y de llegar lejos en octubre.
Si bien la presión aumentará en el tramo final del calendario, contar con un
brazo probado como el de Gregory Soto podría marcar la diferencia entre una
eliminación temprana y una carrera profunda en los playoffs.

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