Nueva York, NY.- Según algunas medidas, el tráfico en la
ciudad de Nueva York está más congestionado que nunca. Entra en juego: la
tarifa de congestión. Desde el domingo pasado, durante la mayor parte del día,
los autos que cruzan hacia la mitad inferior de Manhattan son cobrados con una
tarifa de nueve dólares, siendo mayor para los camiones.
Catorce mil cámaras monitorean a aproximadamente 150,000
viajeros que ingresan a la zona en automóvil.
“Si podemos impactar a una proporción de esas personas,
podemos marcar una diferencia y hacer que sea un lugar mucho mejor para todos”,
dijo Janno Lieber, quien dirige la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA).
Se espera que la tarifa genere entre 500 y 800 millones de dólares al año para
mejorar el transporte público.
La idea de la tarifa de congestión comenzó en 1952 y ganó
fuerza a principios de los 2000, aunque ha enfrentado demandas y protestas. Los
conductores de Nueva Jersey han manifestado su descontento, ya que ya pagan más
de 15 dólares en peajes para entrar a la ciudad.
Otras ciudades como Singapur y Estocolmo implementaron
tarifas similares, pero Nueva York se basó en el modelo de Londres, que comenzó
en 2003.
Los opositores en Nueva York argumentan que se trata de
un simple intento de recaudar dinero, perjudicando a las personas trabajadoras.
John McDonagh, un taxista de 40 años, expresó que no cree que la medida reduzca
la congestión.
Sin embargo, el dinero recaudado se destinará a mejorar
el transporte público, lo que podría beneficiar a todos. La evasión de tarifas
en el metro y los autobuses es un problema importante, con un 47% de los
pasajeros que no pagan. La MTA ha instalado cámaras y está colaborando con la
policía para hacer cumplir el pago.
Kathy Wylde, presidenta de la Partnership for New York
City, apoya la tarifa de congestión y sugiere que otras ciudades expliquen
claramente los beneficios. Señala que Londres implementó nuevas rutas de
autobús antes de activar su tarifa de congestión, lo que ayudó a su aceptación
pública.
A pesar de que solo ha pasado una semana desde su
implementación, Wylde afirma que ya se ha observado una reducción significativa
del tráfico. Sin embargo, la oposición continúa, incluyendo a figuras como
Donald Trump. Wylde no está preocupada, creyendo que Trump también valorará una
ciudad de Nueva York más productiva.
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