Caracas, Venezuela.- El ministro de Exteriores de
Venezuela, Yván Gil, ha hecho pública este jueves la solicitud del Gobierno
venezolano acerca de una reunión de urgencia del consejo de seguridad de
Naciones Unidas, aludiendo a las operaciones del Ejército de Estados Unidos en
el litoral caribeño.
«El Gobierno Bolivariano de Venezuela ha solicitado
formalmente una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, ante la grave escalada de agresiones y despliegue militar sin
precedentes de los Estados Unidos en el Caribe», ha anunciado Gil a través de
su canal de Telegram, donde ha publicado la misiva firmada por el representante
de Venezuela en la ONU, Samuel Reinaldo Moncada, y remitida al embajador ruso y
presidente del consejo durante octubre, Vassily Nebenzia.
Moncada ha denunciado que desde enero de 2025, el
Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, «ha venido ejecutando una
serie de acciones orientadas a intensificar la agresión estadounidense contra
la República Bolivariana de Venezuela», en la que ha incluido «el bloqueo
económico, comercial y financiero que durante más de diez años» y que ha
enmarcado en un supuesto esfuerzo por forzar el «cambio de régimen» para
explotar «los vastos recursos naturales» venezolanos.
«En semanas recientes, en la región del Caribe Sur se ha
registrado un despliegue militar sin precedentes por parte de los Estados
Unidos de América y que incluye destructores misilísticos, aviones de combate,
tropas élite, activos utilizados en operaciones especiales y misiones
encubiertas, e incluso un submarino nuclear, todos los cuales se ubican a
escasas millas de las costas venezolanas», ha enumerado el embajador.
Asimismo, ha apuntado a «al menos cuatro episodios en los
que (…) se ha bombardeado embarcaciones civiles en aguas internacionales, cuyos
tripulantes, «tal como han expresado expertos independientes de las Naciones
Unidas, han sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales». «Se trata, pues, de
una violación flagrante a los Derechos Humanos, incluyendo al más sagrado de
todos, el derecho a la vida misma, así como una negación patente del ius cogens
y del principio universal de la presunción de inocencia», ha subrayado.
Moncada ha asegurado que «un ataque armado por parte de
los Estados Unidos de América contra la República Bolivariana de Venezuela
puede ocurrir en un muy corto plazo», aludiendo a «la movilización militar en
curso, la escalada de las acciones hostiles y provocadoras, y la retórica cada
vez más incendiaria».
El embajador venezolano en la ONU ha calificado de
«evidente que no existe conexión alguna entre la fábula de la lucha contra las
drogas y las acciones sobre el terreno», en lo que ha presentado como un
deliberado ejercicio de confundir «dos fenómenos completamente distintos: el
terrorismo y el crimen transnacional organizado; este último tratándose de una
problemática de orden público y no de índole militar».
Con todo, Venezuela ha alegado que ya sólo le queda
esperar de Washington «la consumación de la agresión militar» en una
«repetición del guión utilizado en el año 2003 sobre la supuesta existencia de
armas nucleares en Irak», en este caso sustituida por «la lucha contra las
drogas como excusa para atacar a nuestro país que, no por mera coincidencia,
tiene la primera reserva probada de petróleo del mundo».
Ante esta situación, Caracas ha solicitado que «se
convoque con carácter de urgencia a una reunión del Consejo de Seguridad» para
discutir la cuestión, «determinar la existencia de una amenaza a la paz y
formular recomendaciones para frenar los planes de agresión estadounidense en
curso».
«Mientras ello ocurre, permítame asegurarle que Venezuela
no es una amenaza para nadie y que somos un país en perfecta paz social, que no
tiene conflicto alguno con terceros», ha apuntado Moncada. «A pesar de la
agresión unilateral de la que hoy somos víctimas, reiteramos, por una parte,
nuestro firme compromiso con el diálogo y la diplomacia como únicas vías para dirimir
cualquier diferencia y preservar así la paz, y, por otra, la firme
determinación del pueblo venezolano de defender (…) su independencia nacional»,
ha concluido.
La misiva ha trascendido un día después de que el Senado
de Estados Unidos rechazase frenar los ataques ordenados por el presidente
estadounidense, Donald Trump, contra embarcaciones frente a las costas de
Venezuela que presuntamente transportan drogas.
Días atrás, el inquilino de la Casa Blanca declaró que el
país norteamericano «está en un conflicto armado no internacional con estas
organizaciones terroristas designadas», en referencia a los cárteles de la
droga considerados como tal por Washington, dando así una justificación legal a
los ataques llevados a cabo desde septiembre contra lanchas en el Caribe.
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