La tuberculosis (TB) continúa siendo una de las
principales enfermedades infecciosas del mundo, a pesar de los avances médicos
y tecnológicos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 10
millones de personas enferman cada año, y alrededor de 1,5 millones mueren por
esta causa.
Provocada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, la
enfermedad afecta principalmente los pulmones, aunque también puede comprometer
huesos, riñones y cerebro. Los síntomas más comunes incluyen tos persistente,
fiebre, pérdida de peso y sudoración nocturna.
Prevención y control:
La vacunación con BCG, la detección temprana y el
tratamiento completo con antibióticos son esenciales para frenar la
transmisión. Además, es crucial mantener espacios ventilados, cubrirse la boca
al toser y promover el diagnóstico en grupos vulnerables.
A pesar de los esfuerzos, la aparición de cepas
resistentes a los medicamentos se ha convertido en un desafío global. Las
autoridades sanitarias insisten en la necesidad de fortalecer los programas de
salud pública y las campañas de educación ciudadana.
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