Nueva York, NY.- Durante su intervención en la Asamblea
General de las Naciones Unidas, el expresidente estadounidense Donald Trump
volvió a situarse en el centro de la polémica al referirse de manera errónea al
papel de China en la producción de energía eólica. Trump aseguró que el gigante
asiático “apenas utiliza” este tipo de energía y que cuenta con “muy pocos
parques eólicos”, declaraciones que fueron rápidamente refutadas por datos
internacionales.
Expertos y organismos dedicados al seguimiento de la transición
energética recordaron que, en la actualidad, China se ubica como el líder
mundial en generación de energía eólica, con miles de turbinas en operación
tanto en tierra como en el mar, y con proyectos en constante expansión. Las
estadísticas más recientes indican que el país asiático concentra una parte
significativa de la capacidad instalada global en este sector, superando a
Estados Unidos y a la Unión Europea en inversión y desarrollo.
Las palabras de Trump generaron reacciones inmediatas en
medios de comunicación y en círculos diplomáticos presentes en la sede de la
ONU. Analistas destacaron la falta de precisión en su discurso, subrayando que
un país con el peso internacional de Estados Unidos debe sostener posiciones
basadas en información fidedigna, especialmente en temas de relevancia global
como el cambio climático y las energías renovables.
El episodio también provocó críticas en redes sociales,
donde usuarios señalaron la contradicción entre las afirmaciones de Trump y la
realidad documentada sobre la infraestructura energética china. En paralelo,
comentaristas políticos destacaron que este tipo de declaraciones afectan la
credibilidad del liderazgo estadounidense en foros multilaterales,
particularmente en un momento en que la transición energética es uno de los
ejes de discusión en la agenda internacional.
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