Washington, DC. – Donald Trump emitió indultos a los participantes en el disturbio del 6 de enero en el Capitolio de los Estados Unidos, incluidos aquellos condenados por agredir a la policía, como su primera acción oficial tras regresar a la Casa Blanca como el 47º presidente del país el lunes.
Los indultos, que beneficiaron a unas 1,500 personas, cumplieron la promesa de Trump de liberar a los partidarios que intentaron ayudarlo a revertir su derrota electoral hace cuatro años. Además, otras 14 personas vieron conmutadas sus sentencias.
“Estos son los rehenes”, dijo mientras firmaba los documentos en el Despacho Oval. Trump expresó su esperanza de que muchos sean liberados de inmediato.
Su escritorio estaba cubierto de órdenes ejecutivas para aumentar la seguridad fronteriza, designar a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras, limitar la ciudadanía por nacimiento y establecer un grupo de trabajo para reducir el tamaño del gobierno federal. Fue un inicio agresivo para la segunda presidencia de Trump, quien afirmó tener un mandato para remodelar las instituciones estadounidenses y desmantelar el legado de Joe Biden.
“¿Quizás deberíamos leerlo todos juntos?”, bromeó mientras lo sostenía frente a las cámaras. No abrió el sobre.
Acciones iniciales y simbolismo
Trump comenzó a firmar órdenes ejecutivas en un escenario en el centro de la ciudad, donde miles de seguidores lo vitoreaban, combinando el espectáculo de sus mítines de campaña con los poderes formales de la presidencia. Suspendió la emisión de nuevas regulaciones, reafirmó su control sobre la fuerza laboral federal y retiró a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París.
También anuló docenas de directivas emitidas por Biden, incluyendo iniciativas relacionadas con diversidad, equidad e inclusión, el calentamiento global y sanciones contra colonos israelíes implicados en violencia en Cisjordania. Al terminar, lanzó las plumas al público.
El día estuvo marcado por un frío extremo que alteró la tradicional ceremonia al aire libre, trasladando el juramento al interior de la Rotonda del Capitolio. Tras el evento, Trump ofreció un discurso más extenso a sus seguidores, reiterando teorías de conspiración sobre fraude electoral y arremetiendo contra sus enemigos políticos.
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