Washington, D.C. – En lo que debía ser una histórica
conferencia de prensa sobre la firma del tratado de paz entre la República
Democrática del Congo y Ruanda, el expresidente Donald Trump desvió la atención
al ofrecer una inusual y controvertida lección sobre la corrupción
gubernamental, generando confusión —y críticas— entre periodistas y
observadores políticos.
Desde el podio de la Casa Blanca, Trump comenzó
celebrando el acuerdo de paz mediado por Estados Unidos, un paso importante
para la estabilidad de la región de los Grandes Lagos africanos, que durante
años ha estado marcada por conflictos étnicos, explotación minera y
desplazamientos forzados. Sin embargo, en lugar de centrarse en los méritos
diplomáticos del momento, el exmandatario cambió abruptamente de tema para
condenar —en términos generales— a los funcionarios corruptos, con una frase
que rápidamente se viralizó:
“La corrupción es muy mala. Muy peligrosa. No puedes
tener un país grande si tienes líderes corruptos. No funciona. No funciona para
nadie.”
Un comentario irónico y criticado
La intervención fue recibida con miradas de asombro por
parte de la prensa presente, especialmente debido al contexto personal de
Trump, quien enfrenta múltiples investigaciones y acusaciones por presunto
abuso de poder, obstrucción a la justicia, y enriquecimiento ilícito durante y
después de su mandato.
En redes sociales, los comentarios no tardaron en llegar.
El periodista Dan Froomkin escribió en X: “Donald Trump dando una lección sobre
corrupción es como un pirómano dando una charla sobre seguridad contra
incendios.”
La senadora demócrata Elizabeth Warren también reaccionó:
“Un hombre bajo múltiples investigaciones por corrupción hablando de integridad
gubernamental en medio de una cumbre de paz. ¿El chiste se cuenta solo?”
Un momento incómodo
Durante la sesión de preguntas, un reportero de Reuters
intentó redirigir el foco hacia el contenido del acuerdo entre Congo y Ruanda,
preguntando si Estados Unidos condicionará futuras ayudas al cumplimiento del
tratado. Trump no respondió directamente y volvió a insistir en el daño que
“los malos actores” hacen a los gobiernos, sin mencionar casos específicos ni
compromisos concretos con los países africanos involucrados.
Fuentes diplomáticas cercanas a la delegación africana
señalaron que la situación fue “incómoda y decepcionante”, ya que esperaban una
mayor atención a las implicaciones del acuerdo de paz y no una disertación
abstracta sobre moralidad política.
Un tratado eclipsado
El tratado de paz firmado entre los presidentes Félix
Tshisekedi (RDC) y Paul Kagame (Ruanda), con mediación estadounidense, incluye
compromisos sobre el desarme de milicias, respeto a fronteras, y cooperación
económica transfronteriza. Se trata de un logro significativo para una región
que ha visto décadas de violencia e intervención extranjera.
Pero ese histórico avance quedó en segundo plano por los
polémicos comentarios del expresidente, quien, como es habitual, convirtió el
momento en una plataforma para sus mensajes personales.
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