Washington, D.C. – Las declaraciones de la jueza de la
Corte Suprema Amy Coney Barrett durante una audiencia este jueves han generado
una ola de críticas entre simpatizantes del movimiento MAGA (Make America Great
Again), con algunos calificando su nombramiento por parte del expresidente
Donald Trump como un “gran error”.
El debate se produjo mientras la Corte escuchaba
argumentos sobre si los tribunales inferiores tienen autoridad para bloquear
órdenes ejecutivas como la de Trump que intenta eliminar el derecho a la
ciudadanía por nacimiento —un principio constitucional que garantiza que los
niños nacidos en suelo estadounidense sean ciudadanos, independientemente del
estatus migratorio de sus padres.
Durante el intercambio con el Procurador General D. John
Sauer, Barrett cuestionó la voluntad de la administración Trump de acatar
precedentes judiciales federales. En un tono escéptico, preguntó si el gobierno
simplemente decide ignorar precedentes con los que no está de acuerdo,
señalando: “¿Realmente?”, en respuesta a la afirmación de Sauer de que ese tipo
de actitud había sido “una práctica general y de larga data” del Departamento
de Justicia.
Una jueza “centrista” bajo fuego
Aunque Barrett fue nominada por Trump en 2020 con el
apoyo de la base conservadora por su perfil originalista y su postura
antiabortista —participó en la mayoría que derogó Roe v. Wade en 2022—, su
papel en la Corte ha sido más impredecible de lo que muchos conservadores
esperaban. En varias ocasiones ha votado con los magistrados liberales, como en
el caso donde se opuso a permitir deportaciones masivas bajo la vetusta Alien
Enemies Act de 1798.
Estas decisiones han desatado una creciente desconfianza
por parte de sectores del trumpismo, que ahora la acusan de “traición” o de ser
“una liberal radical disfrazada”.
Críticas desde la base MAGA
Las redes sociales estallaron tras la audiencia. Un
usuario de X (anteriormente Twitter), con el alias “Spitfire” y una biografía
que dice “America First”, escribió: “Amy Coney Barrett fue un gran error. Su
desprecio por la administración Trump es evidente en su forma de interrogar.”
El influencer MAGA Cash Loren publicó: “ACB (Amy Coney
Barrett) demuestra una vez más que podría ser... la peor nominación a la Corte
Suprema hecha por un republicano. Tiene un nombramiento vitalicio gracias a
Trump, y sin embargo se nota su desdén por su administración.”
Incluso cuentas conservadoras moderadas, como The
Undercurrent, expresaron su decepción: “Ay Amy Coney Barrett... teníamos tantas
esperanzas.”
División entre poderes
Las tensiones entre el poder ejecutivo y el judicial han
sido palpables en los últimos años. En marzo, luego de que Trump pidiera la
destitución de un juez que bloqueó una de sus políticas migratorias, el
presidente de la Corte Suprema, John Roberts, emitió una inusual declaración
defendiendo la independencia judicial: “El juicio político no es una respuesta
apropiada a desacuerdos con una decisión judicial.”
Barrett parece alinearse con esta visión de respeto a la
separación de poderes. El exfiscal federal Neama Rahmani señaló a Newsweek:
“Sus preguntas reflejan una preocupación legítima por la autoridad judicial y
el equilibrio institucional.”
El estratega demócrata Max Burns añadió: “El procurador
de Trump dice que él ‘generalmente’ respeta las decisiones judiciales, pero se
reserva el ‘derecho’ a ignorar los fallos con los que no esté de acuerdo.
Barrett parece estar en estado de incredulidad.”
¿Qué viene ahora?
La Corte Suprema emitirá su fallo sobre el caso de
ciudadanía por nacimiento más adelante este año. Mientras tanto, otras órdenes
ejecutivas firmadas por Trump enfrentan impugnaciones legales. En este
panorama, el voto de Barrett se ha vuelto clave en varias decisiones de la
Corte y podría seguir siendo decisivo en los próximos meses.
Para muchos dentro del movimiento conservador, su
desempeño plantea una pregunta incómoda: ¿puede un juez ser verdaderamente
independiente en tiempos de polarización, incluso cuando su nombramiento
proviene de una agenda claramente ideológica?
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